martes, 4 de agosto de 2015

#MemoriaActiva Tobias, el primer bebé Argentino de dos padres varones

(Nota para Corriendo La Voz - Revista Digital)

Un día como hoy, pero de 2012, dos argentinos, Alejandro Grinblat y Carlos Dermger, inscribieron a un bebé como su hijo, sin necesidad de pasar por el proceso de adopción, en el Registro Civil. Un día como hoy se daba un paso más en lo referente a la igualdad de derechos.


Tobías fue el primer bebé inscrito como hijo de dos hombres sin ser adoptado. Tenía tres semanas ese día, fue gestado en el vientre de una madre de alquiler en la India; a ella le fue implantado un óvulo de una donante anónima y fecundado por uno de los padres.
A pocos días de festejar otro año más de derechos e igualdad gracias a la aprobación del matrimonio igualitario (el 15 de julio del 2010), hoy es el día para recordar el caso de Alejandro, Carlos y Tobías.
En nuestro país la ley permite la adopción por una persona, sin hacer diferencia por su identidad o preferencia sexual. Luego de la modificación del Código Civil en el 2010, no sólo se permite el matrimonio entre personas del mismo sexo, también se les otorga el derecho de adoptar.
El caso de Tobías no tiene precedentes a nivel mundial. Él fue, y es, considerado hijo de dos papás gracias al fallo de la Justicia y gracias a los distintos derechos que fueron obteniendo las parejas del mismo sexo. Derechos conseguidos todos a través de los años y las incansables luchas.
Argentina es pionera en estos derechos, y la lucha continúa ya que falta reglamentación con respecto a la maternidad subrogada, para garantizar su acceso igualitario y así como también el bienestar e integridad de las mujeres gestantes.
El 20 del mes pasado nació Juan Pablo, hijo de Nacho y Leo, el primer niño por maternidad subrogada íntegramente en nuestro país (siendo ambas, donante y gestante, argentinas). Sin embargo, el proyecto de nuevo Código Civil y comercial que regula este proceso fue eliminado y la causa, según distintas organizaciones como la FALGBT (Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans), es la presión de la Iglesia Católica.
Adrián y su pareja están casados desde febrero del año pasado, ambos están en un proceso de vinculación, lo previo a la adopción, proceso donde un equipo interdisciplinario determina que todo está en condiciones para que padres e hijos vivan juntos.
Mientras habla conmigo, cuenta los minutos para recibir el llamado del hogar;  feliz y orgulloso, me expresa su alegría, la cual descansa en el hecho de estar recorriendo este camino con el hombre que eligió. “Desde aquel 15 de julio del 2010 cuando estábamos en el Congreso, felices por haberse aprobado la Ley de Matrimonio Igualitario, comenzamos a planear nuestra vida”. Hacer la casa, casarse, adoptar, cumplir los objetivos que cualquier pareja tiene.
“Estos eran sueños muy imposibles de concretar. En la cabeza de muy pocos, de grupos cercanos a legisladoras como María Rachid, podrían haber soñado con el matrimonio igualitario. Nosotros nos contagiamos acá en Neuquén y empezamos a militar” así es que por algunas personas, muchas otras en todo nuestro país se sumaron a la lucha y hoy podemos festejar todos estos derechos e igualdad.
“Cuando vos tenes un sueño hay que pelearla. No hay nada imposible.” Ellos, como muchos otros, no creían que en la Argentina podríamos tener  una ley que nos equiparara en igualdad, otra de igualdad de género, otra para la adopción homoparental. “Es una etapa maravillosa que estamos viviendo y necesitamos cuidarla. Esto nos costó horrores, hubo muchos compañeros y compañeras que quedaron en el camino y no pueden gozar de esta igualdad, por eso no podemos hacernos los “opas” y no meternos en política, no puede darnos todo lo mismo”.
Hay mucho por cambiar aún, pero no hay que dejar de valorar, disfrutar y rememorar historias como la de Tobías o como la de Adrián, porque realmente se ha avanzado muchísimo.
Mientras escribo este último párrafo, Adrián está viajando a Buenos Aires, junto a su compañero. Vienen para ver a sus hijxs en el hogar en el que se encuentran. Brindemos, también, por ellos.
“Defender el derecho de elegir la preferencia sexual no es un asunto exclusivo de las lesbianas y los homosexuales, es un asunto que compete a todos, porque llegar al punto de elegir libremente  su sexualidad, es un derecho que ha costado sangre, sudor y lágrimas a las naciones modernas”- Abel Pérez Rojas, educador mexicano.

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