jueves, 12 de marzo de 2015

El crimen de Saladillo sigue siendo un misterio

(Crónica policial para la facultad, 2014)

El crimen de Saladillo sigue siendo un misterio
Todavía se desconocen la causa y el autor del asesinato de Marisol Oyhanart. A más de un mes de su asesinato, las pruebas y datos son escasos.

Marisol Oyhanart, una auxiliar docente de 38 años, madre de tres hijos y esposa de Sergio Rachit, fue encontrada sin vida la mañana del 15 de abril. Luego de más de un mes de investigaciones, sigue sin saberse el nombre de su asesino.

La mujer asesinada de Saladillo salió, como todos los días, a realizar actividad física a las 15 hs. del 14 de abril a una zona de quintas. A las 19 del mismo se denunció su desaparición tras la preocupación de su familia al ver que Marisol no fue por sus hijos al colegio. Mientras su marido dormía una siesta, su hija lo llamó preocupada para avisarle que nadie fue a retirarla ni a sus hermanos.

Fue a la mañana del día siguiente que la hallaron entre unos pastizales, cerca de dos casas abandonadas, muerta, con un fuerte golpe en la cabeza y varios en el cuerpo. Estaba vestida, con una prenda que tapaba su cabeza y sus auriculares y lentes de sol se encontraban cerca de la escena. Su celular no estaba allí.

La fiscal de la causa, Patricia Hortel, ordenó dos allanamientos, uno en la casa de Marisol y otro en un galpón que funcionaba como depósito de la empresa familiar. Además. se le tomó declaración a toda la familia directa de la víctima y se peritó el auto de su marido, quien además fue demorado y estuvo incomunicado hasta la madrugada del 16. Luego de una declaración de tres horas, Sergio Rachit fue al principio el único sosprechoso del asesinato.

Al realizar la autopsia, se llegó a la conclusión de que la maestra jardinera fue estrangulada y ésta fue su causa de muerte, además de varios golpes en el cráneo, cara y otras partes del cuerpo. Se estimó que su deceso se produjo entre las 21 hs. del 14 y las 2 del 15, luego de la denuncia por parte de la familia.

El celular de la víctima no fue hallado en la escena del crimen, que sería una gran fuente de información para conocer los últimos movimientos de Marisol antes de su asesinato. Las únicas personas que la vieron el día de su desaparición, fueron dos vecinos del lugar que aseguraban haberla visto aproximadamente a las 16 hs. Ellas, además, retrataron a un hombre que aparentemente vieron cerca de la escena del crimen.

Luego de reclamos, marchas y dichos de vecinos y personas cercanas a la víctima que aseguran que ella y su marido formaban una pareja muy feliz y se hallaban bien, la investigación continuó sin rastro alguno del asesino de Marisol y sin sospechosos.

La fiscal del caso ordenó la búsqueda y detención del presunto asesino, un hombre de 25 años, Jonathan Bianchi, también de Saladillo, con antecedentes por delitos sexuales y que se encontraba prófugo. Esta persona coincidía con el identikit realizado por las vecinas que saludaron a Marisol el día de su muerte. Se realizaron allanamientos en varios domicilios para detenerlo pero el hombre había desaparecido, aparentemente, el día del crimen.

El juez de la causa, Cesar Melazo, rechazó el pedido de detención por falta de pruebas, a pesar de la orden de la fiscal, tras los dichos del abogado del sospechoso que aseguraba que su cliente no tenía nada que ver con el crimen ya que era imposible que él haya caminado por esa zona ese día.

Luego de un mes, la causa continúa sin ningún sospechoso, a pesar de haber ocurrido en un lugar transitado y a plena luz del día, donde también es extraño que nadie haya visto el cadáver. Además, surgieron dudas de si el lugar donde se halló el cuerpo fue realmente la escena del crimen. Se sospecha si la víctima fue asesinada en otro lugar y su cuerpo fue trasladado a la zona donde se lo encontró.

A pesar del rechazo por parte del juez de garantías, Melazo, Jonathan continua siendo un sospechoso y se han comenzado a cruzar las llamadas de los titulares de tres celulares.

Además, salieron a la luz varias fallas de la investigación. Una fue la modificación de la escena del crimen tras cortar el pasto en la zona para buscar el teléfono de Marisol. Otro, la irregularidad e imposibilidad al fijar la hora del deceso, ya que la camioneta del cuerpo médico forense que llevaba el cadáver tuvo un problema mecánico y alteró la temperatura del cuerpo, elemento necesario al establecer la hora de la muerte. Tal es así, que luego de un análisis en la concentración de potasio en el humor vítreo precisó que el horario no fue entre las 21 del día 14 y las 2 del 15, sino entre las 16.35 y las 16.50 del 14.



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